Español

Mi viaje hacia el cristianismo comenzó cuando examiné los evangelios con el fin de analizar las palabras de Jesús. Yo estaba interesado en Jesús nada más como una fuente de sabiduría antigua y mi curiosidad hacia su persona me hizo empezar a examinar cuidadosamente los evangelios. Me impresionó de inmediato la presencia de lo que yo llamo “Apoyo involuntario entre testigos”; una característica que a menudo veo en varias declaraciones de testigos en la escena del crimen. Esto me hizo examinar los evangelios con mucho más detalle y eventualmente apliqué los principios del Análisis de Declaración Forense (Forensic Statement Analysis) al Evangelio de Marcos.

Escribí Cold-Case Christianity desde la perspectiva de un detective de casos congelados (casos sin resolver durante muchos años) examinando las declaraciones de los autores de los evangelios y probando su credibilidad como testigos presenciales. Sin embargo, varios escépticos han cuestionado esta premisa fundamental y han cuestionado si los evangelios son relatos de testigos presenciales en primer lugar. Una objeción importante es el hecho de que los escritores de los evangelios a menudo incluyen información de eventos que simplemente no podrían haber observado personalmente (es decir, los relatos del nacimiento en Mateo o Lucas y varios momentos en donde Jesús es descrito estando solo). ¿Cómo pueden los evangelios ser relatos de testigos si se incluyen hechos que los autores no pudieron haber presenciado? Al leer las declaraciones de testigos presenciales de casos congelados que fueron investigados originalmente hace décadas, encuentro que estas declaraciones incluyen tres tipos de información de primera mano:

Experiencia de primera mano

Los testigos presenciales incluyen descripciones de eventos y sucesos que ellos personalmente observaron y experimentaron.

Acceso de primera mano

Los testigos presenciales incluyen descripciones de eventos y sucesos que no observaron personalmente, pero estaban al tanto debido a la información proporcionada a ellos por alguien más en ese momento.

Conocimiento de primera mano

Los testigos presenciales incluyen descripciones de las condiciones culturales generales y verdades que eran parte del conocimiento común de la época, a pesar de que ellos no tenían experiencia directa u observación en la que basarse.

Es cierto que, en la mayoría de las cortes de los juicios criminales, la “experiencia de primera mano” y el “conocimiento de primera mano” suelen ser las únicas partes del testimonio que son admitidos como evidencia. La parte del testimonio que yo llamo “acceso de primera mano” no se toma en cuenta por ser “de oídas” (porque la fuente original de esta información no está disponible para el interrogatorio). Pero esto no significa que la información de esta categoría sea falsa o inválida. Existen una serie de condiciones en las que estos “testimonios de oídas” son admisibles en los casos penales, pero el estándar de aceptación en los procesos penales está cuidadosamente diseñado para ofrecer la máxima protección posible a los que están siendo acusados de cometer un delito. Preferimos tener a un centenar de personas culpables libres que condenar a una persona inocente. Por esta razón, queremos ser capaces de interrogar cuidadosamente a los testigos que están proporcionando información acusatoria.

Pero este alto estándar asociado con el testimonio de oídas es completamente irracional al examinar las afirmaciones de los testigos relacionados con los acontecimientos históricos. Una vez que un testigo presencial de un evento histórico muere, todo lo que este testigo dijo ya no está abierto a un interrogatorio. Bajo este estándar de la corte, tendríamos que ignorar todo lo que no puede ser declarado por un testigo viviente (y por lo tanto interrogado cuidadosamente). Si aplicamos esta norma a nuestra vida personal, ninguno de nosotros podría tener confianza en nuestra propia historia familiar más allá de nuestros padres o abuelos que aún viven. Es un estándar inaceptablemente alto al examinar las afirmaciones de los testigos relacionados con los acontecimientos históricos. Los testigos presenciales aportan información a la luz de su propia experiencia personal y su observación, su propio acceso a la información de otros testigos vivientes, y su propio conocimiento profundo de la cultura en la que viven. Me parece que esto es cierto en todos los casos en que he trabajado. El hecho de que un testigo presencial opte por proporcionar información de “acceso de primera mano” no desacredita lo que ellos están proveyendo de “experiencia de primera mano” o “conocimiento de primera mano”. De hecho, la inclusión de datos adicionales simplemente proporciona al investigador más datos para investigar, corroborar y presentar al jurado.

 


J. Warner Wallace tiene una trayectoria de más de 25 años como policía y detective, posee un Master en Teología por el Seminario Teológico Golden Gate Baptist y es profesor adjunto de Apologética en la universidad de BIOLA.

Blog Original: http://bit.ly/2mjmBwg

Traducido por José Giménez Chilavert

Por J. Brian Huffling

En el 2004, comencé a cursar una maestría en Apologética Cristiana en el “Southern Evangelical Seminary”. Realmente no conocía mucho del tema, solo quería saber cómo defender la fe cristiana y tener una mejor justificación para mis propias creencias. Me di cuenta que tanto cristianos como no cristianos mantenían debates acerca de la veracidad de la fe, pero no tenía idea que los cristianos debatían entre sí acerca de cómo –e incluso si– se debía practicar la defensa de la fe. Existen distintas perspectivas acerca de si se debe hacer apologética o no, y de la forma en que se debe llevar a cabo. Este artículo describirá, brevemente, diversos métodos de apologética y presentará un argumento acerca de la superioridad del método clásico.

Diversos Métodos

Apologética Clásica

La apologética clásica ha sido conocida como el método de dos pasos. El primer paso, es demostrar la existencia de Dios mediante las pruebas teístas tradicionales (los diversos argumentos cosmológicos, los argumentos del diseño, los ontológicos, etc.). Este método se apoya en la posibilidad de la teología natural —la habilidad que tiene el razonamiento para demostrar la existencia de Dios. Este primer paso no demuestra que el cristianismo sea cierto, sino el monoteísmo.  El Segundo paso es demostrar la veracidad del cristianismo al presentar, por ejemplo, (aunque no necesariamente de esta manera exacta), que los milagros son posibles, la Biblia es confiable, Jesús afirmó y demostró que Él era Dios, etc. Se conoce como el método “clásico” porque ha sido el método clásico y tradicional utilizado a través de los tiempos. Entre algunos defensores se encuentran Agustín, Anselmo, Tomás de Aquino, William Paley, integrantes de la Universidad de Princeton tales como B. B. Warfield, Norman Geisler y R. C. Sproul (entre muchos otros). Algunos libros clásicos de apologética son: “Christian Apologetics” (La Apologética Cristiana) de Norman Geisler y No tengo suficiente fe para ser ateo de Frank Turek y Norman Geisler.

Apologética Evidencial

Los apologistas evidenciales no pretenden demostrar que Dios existe. Algunos lo hacen porque no creen que la teología natural sea posible; otros piensan que simplemente es mucho más fácil empezar con la defensa bíblica. Van directamente a las evidencias para demostrar que el cristianismo es verdadero a partir de campos como la historia y la arqueología. Para ellos, esto evita los argumentos y las objeciones filosóficas difíciles. La gente, comúnmente, es más propensa a entender la historia y cosas por el estilo. La idea es; si podemos demostrar que la Biblia es confiable y que Jesús fue resucitado de entre los muertos, entonces una persona razonable se convencerá de que el cristianismo es verdadero. Eso incluiría la existencia de Dios. Entre los defensores de esta perspectiva se encuentran Joseph Butler, Josh McDowell, Gary Habermas y Michael Licona, entre otros. Algunas de las obras de la apologética evidencial son The Case for the Resurrection of Jesus (La defensa de la resurrección de Jesús) de Gary Habermas y Michael Licona, y Nueva Evidencia que demanda un veredicto de Josh McDowell.

Apologética Presuposicional

La apologética presuposicional es directamente contraria a la apologética clásica, ya que sus seguidores rechazan la idea de que podemos razonar en cuanto a la existencia de Dios. Los apologistas presuposicionalistas argumentan que debemos presuponer la verdad del cristianismo y demostrar que todas las demás cosmovisiones (y religiones) son falsas. Los presuposicionalistas llegan al punto de concluir que uno no puede razonar del todo (ni dar cuenta de su capacidad para razonar) sin el cristianismo ser verdadero. Ellos afirman que debemos argumentar de manera trascendental, al demostrar que la racionalidad en sí presupone la veracidad del cristianismo y que cualquier cosmovisión ajena a él, fracasa. El conocido presuposicionalista Greg Bahnsen dijo en su debate con R. C. Sproul que él no podía saber que su auto estuviera en el estacionamiento de la playa, sin presuponer la existencia del Dios Trino. En un debate que mantuve con un presuposicionalista, fui desafiado a explicar cómo podía saber que el árbol está fuera de mi ventana sin presuponer la veracidad del cristianismo. Los que apoyan este método alegan que debemos defender el cristianismo en base a la imposibilidad de lo contrario. En otras palabras, debido a que se ha comprobado que las demás cosmovisiones y religiones son falsas, el cristianismo debe ser verdadero. Los defensores de este método son Cornelius Van Til, Greg Bahnsen, Gordon Clark, John Frame y K. Scott Oliphant. Algunas obras de la apologética presuposicional son “Christian Apologetics” (La apologética cristiana) de Cornelius Van Til y “Presuppositional Apologetics: Stated and Defended” (La apologética presuposicional: afirmada y defendida) de Greg Bahnsen.

Caso Apologético Acumulativo

Algunos apologistas afirman que debemos tomar lo mejor de todos estos métodos y utilizar el enfoque del caso apologético acumulativo. Es decir, debemos tomar los mejores argumentos de cada método y usarlos enfocándonos en la idea principal. Paul Feinberg toma esta postura en “Five Views on Apologetics” (Cinco perspectivas de la apologética). Este es un buen libro para buscar más información sobre esta perspectiva.

La superioridad de la apologética clásica

Con este breve resumen, uno puede preguntarse, ¿qué método es mejor?, o ¿por qué no utilizar el caso apologético acumulativo y tomamos lo bueno de cada modelo? Ahora, estaré argumentando sobre la superioridad del método clásico.

En primer lugar, la Biblia dice que podemos conocer acerca de Dios por medio de la naturaleza. Pablo, en Romanos 1:19-20 dice:

“1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; 1:19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.  1:20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas”

Por lo tanto, no solo podemos conocer que Dios existe por medio de la naturaleza, sino que también podemos tener una idea de cómo es Él. Si Dios puede darse a conocer por medio de la naturaleza, entonces existe la posibilidad de que tal conocimiento se pueda usar en forma de un argumento lógico. La única pregunta que nos queda es, “¿Estos argumentos son sólidos?” Bueno, esa ya es otra pregunta, pero al menos, desde el punto de vista bíblico, parecen ser posibles. Por lo tanto, resulta difícil ver cómo alguien puede alegar que la Biblia no enseña la teología natural.

Además, parece que muchos de los argumentos teístas son sólidos desde un punto de vista racional. Por ejemplo, si el universo es un ser contingente y no puede dar razón de su propia existencia, y una causa que produce un efecto no puede continuar hasta el infinito, entonces parece que, en algún punto, debemos llegar a una causa que no sea contingente, sino necesaria. Tal causa debe ser Dios.

Segundo, la apologética clásica comienza un paso antes de argumentar a favor de Dios; comienza por conocer la realidad y la naturaleza de la verdad absoluta. En una era de relativismo, debemos responder objeciones tales como: “Bueno, eso puede ser verdad para ti, pero no para mí”. Además, la apologética clásica trata con asuntos filosóficos básicos de la metafísica (la naturaleza de la realidad) y la epistemología (cómo conocemos la realidad) de una manera más sólida e intencionada que en los otros métodos.

Tercero, la apologética clásica utiliza las evidencias a favor del cristianismo en un contexto teísta. Como lo afirma Norman Geisler: “No puede haber actos de Dios a menos que haya un Dios que pueda actuar”. Además, como ha dicho C. S. Lewis, si Dios existe, entonces no podemos rechazar la posibilidad de los milagros. Establecer la existencia de Dios, antes de pasar a los milagros, nos ayuda a que estos datos tengan más sentido. También, los milagros son señales de algo. No fueron solamente maravillas; ellos demostraban o señalaban hacia algo. Por ejemplo, los milagros que Jesús realizó demostraron quien él dijo ser. Como lo dijo Nicodemo, solamente alguien que tuviera el poder de Dios tenía la capacidad de hacer las obras que él hizo. Finalmente, por muy tonto que pudiera sonar, alguien podría afirmar que los eventos como el de la resurrección pudo haber sido llevado a cabo de una forma sobrehumana, como por los extraterrestres. Sé que es ridículo, pero es una objeción que se debe vencer si no se ha establecido la existencia de Dios. En resumen, las evidencias en favor de la Biblia y el cristianismo están allí, pero cobran más sentido y son más poderosas después de haberlas colocado en un contexto teísta.

Cuarto, la apologética presuposicional tiene muchos problemas. Los mismos presuposicionalistas admiten que su postura es circular. Sin embargo, ellos alegan que todas las perspectivas son circulares. Por ejemplo, dicen que la noción de que no podemos evitar el razonamiento es circular, pues cualquier intento de rechazar esa postura requeriría el uso de la razón. Sin embargo, ese no es un problema circular, pues es básicamente innegable que razonar sea inevitable en las discusiones o en los argumentos. Uno no usa la razón para probar la razón; sino que simplemente está diciendo que es inevitable e innegable. Sin embargo, asumir que una postura es verdadera y demostrarla desde esa misma postura es la definición de la circularidad. Además, alegar que podemos demostrar que el cristianismo es verdadero en base a la imposibilidad de lo contrario es simplemente un error. La contrariedad es una relación lógica entre dos afirmaciones. De este modo, cuando nos referimos a las afirmaciones que son contrarias, estamos hablando de la naturaleza de la lógica. Las afirmaciones (y únicamente las afirmaciones) son opuestas cuando ambas pueden ser falsas, pero ninguna de las dos puede ser verdadera. Por ejemplo, las afirmaciones “El cristianismo es verdadero” y “El ateísmo es verdadero” son opuestas ya que ambas pueden ser lógicamente falsas. Pero, debido a que ambas pueden ser falsas, jamás podríamos probar la verdad del cristianismo al demostrar la falsedad de sus contrarios. Además, el presunto argumento trascendental para el cristianismo auténtico nunca ha sido articulado, menos aún, defendido. Créeme, si existe un argumento que garantice una victoria sin importar que… yo lo quiero. Desafortunadamente, no existe. Nadie se ha dado por vencido. A Bahnsen se le ha dado muchas oportunidades en su debate con Sproul, pero no tuvo éxito.

Entonces, ¿por qué no tomar lo mejor de todos los métodos y utilizar el enfoque del caso apologético acumulativo? Porque lo mejor de cada método ya es propio del modelo clásico. El modelo clásico es más exhaustivo que los demás, coloca los milagros y las evidencias en un contexto teísta y evita los problemas del presuposicionalismo. De este modo, la apologética clásica es el modelo más sólido y el más completo.

Entre las obras sobre apologética se incluyen: “Faith Has Its Reasons: Integrative Approaches to Defending the Christian Faith” (La fe tiene sus razones: enfoques integradores para defender la fe cristiana), de Ken Boa y Robert Bowman (este es mi favorito) y “Five Views on Apologetics” (Cinco perspectivas sobre la apologética).

 


J. Brian Huffling, PH.D., cuenta con una Licenciatura en Historia de la Universidad de Lee, una Licenciatura en Apologética (con 3 especializaciones), Filosofía y Estudios Bíblicos del Seminario Evangélico del Sur (SES, por sus siglas en inglés), y un Doctorado en Filosofía de la Religión de la misma institución. Es el Director del Programa de Doctorado y Profesor Asociado de Filosofía y Teología en el SES. También dicta cursos en la Academia En Línea de Apología. Anteriormente, ha enseñado en el Instituto de las Artes de Charlotte. Ha prestado servicios en la Infantería de Marina, en la Armada y actualmente, sirve como capellán de reserva en las Fuerzas Aéreas en la Base Aérea Maxwell. Entre sus aficiones se incluyen el golf, la astronomía casera, las artes marciales y la guitarra.

Blog Original: http://bit.ly/2ZcyYsq

Traducido por Leonardo Padilla

Editado por Billy Morales Mujica

Por Carlos E. Rodríguez

¡Dios nos bendiga!

Uno de los temas más mencionados en casi cualquier escenario es el de la Biblia. Se habla sobre su contenido y sobre su composición. Sin importar la temática del espacio, se suele hablar de su relevancia en la actualidad y hasta de su supuesta creación por un grupo elitista para gobernar a las masas pobres e ignorantes, buscando siempre tenerlas bajo control. Para bien o para mal, siempre hay una opinión acerca de este libro, y siempre viene dada por un experto o por quien solo repite lo que oye de otros o ha leído. Dentro de este mismo contexto suele surgir la famosa pregunta: ¿cómo sabemos que la Biblia no ha sido cambiada? ¿Cómo podemos estar seguro que lo que está escrito en ella no fue lo que un grupo planificó decirnos con unos fines específicos? ¿No parece la sospecha obvia, dado el hecho de que la historia nos enseña como algunos han usado su contenido para someter otros?

Es bueno tener dudas, lo malo es aceptar como verdad lo que no lo es. Con relación a si la Biblia ha sido cambiada o no, tenemos muchas creencias que no están basadas en hechos reales o evidencias verídicas. Más bien, muchas preguntas son el fruto de mitos populares que se basan en la ignorancia de muchos factores. Por ejemplo, se supone que el texto debió haber sido cambiado porque muchos años de escribir y transcribir “debe” provocar cambios en el contenido. Este debe es una suposición a priori, nada que ver con alguna evidencia. No es que en el proceso de copiar los manuscritos no se pudieron cometer errores de transcripción, esto es posible y hasta tenemos evidencias de ellos; pero esto es muy diferente a suponer a priori que el contenido del texto bíblico ha sido cambiado. Y es aquí donde comienzan a surgir algunas preguntas con respecto a esta suposición: ¿a qué se refiere el que hace la pregunta con cambios en la Biblia? ¿A cualquier variación o a un cambio a propósito de algo que afectaba la fe de la iglesia de ese momento o la comprometía de alguna forma? Si se refiere a cualquier tipo de variación en el texto esto no es ningún problema, pues estos cambios son de esperar en el simple paso de traducir de un idioma a otro. Aunque es de esperar variaciones por el paso de una lengua a otra, el contenido sigue siendo el mismo, lo que varía es la forma de transmitirlo. Si alguien cree que esto supone un problema me imagino que esa persona tiene una solución para comunicar un texto escrito en 3 idiomas antiguos (hebreo, arameo y griego) en el idioma de cada quien sin hacer una traducción. De lo contrario, ya debe de saber por qué esto no es un inconveniente. Con relación al otro aspecto, esto trae más problemas de los que nos podamos imaginar. Si con cambios hablamos de pasajes o textos completos que afectaban la fe y/o comprometían a la iglesia de alguna forma, entonces lo primero que necesitamos es preguntar: ¿Dónde están esos textos sin cambiar a partir de los cuales se plantea la sospecha de que la biblia ha sido cambiada? ¿Cómo se llaman esos manuscritos? ¿A qué familia pertenecen? No tenemos tales textos, no existen. Aclaro, es normal que surja la duda y se haga la pregunta, el problema es hacer de una sospecha sin fundamento una postura sólida. Sin evidencia textual que sirva como prueba para sostener esta creencia, la misma solo es una suposición sin fundamento real. La misión del creyente consistirá simplemente en mostrar la integridad de los textos más antiguos y compararlos con nuestros textos actuales. De esta simple forma habrá derrumbado esta duda justificada hasta cierto punto. De hecho, es lo que haremos paso a paso en esta serie. Lo que se busca  ver en forma general es que:

  1. Lo que se dijo es lo que tenemos en el texto.
  2. Lo que tenemos en el texto actual no ha cambiado con lo que tenemos en los textos antiguos.
  3. Las traducciones y versiones de la biblia no son prueba de cambios en el segundo aspecto ya mencionado.

Viendo todos estos tópicos, más las implicaciones que conllevan cada uno, podremos concluir satisfactoriamente que no existe razón para suponer que el texto ha sido cambiado para ocultarnos algo que podría derrumbar la fe actual que profesamos, en el peor de los casos.

El problema del problema

Aunque nuestro plan es ver todo esto paso a paso, ya de entrada podemos ofrecer un argumento para descartar estos tipos de cambios. Los no creyentes enemigos del cristianismo son los que usualmente plantean esta duda a un nivel de hecho incuestionable. Es normal escuchar afirmaciones como: sabemos que toda la biblia ha sido cambiada a conveniencia de ustedes. Lo curioso de esto es que no se ofrecen evidencias que apoyen este tipo de afirmaciones. De la misma manera, son los mismos no creyentes antagónicos al cristianismo quienes afirman incansablemente: no puedes confiar en la biblia, pues está llena de errores. Luego de, pasan a mencionar algunos de esos errores que prueban que no podemos confiar en el contenido del texto, como: Jesús llamando a la semilla de mostaza la más pequeña de las plantas, cifras dispares, el caso de Josué y el sol que se detiene, cuando es la tierra que gira a su alrededor, etc. Todos estos, y unos cientos más de ejemplos, son las pruebas traídas a la mesa por el no creyente para probar que la biblia no es confiable, pues está llena de errores. Bien, todo bien hasta aquí, no tengo espacio para responder todo esto; pero, son justamente todos estos problemas los que usaré para demostrar que es imposible sostener que la biblia ha sido cambiada a la luz de estos supuestos errores actuales. Quien afirma que la biblia ha sido cambiada, y que esto supone un problema, pero también afirma errores en el texto actual; tiene un problema más grande que el que señala, puesto que si el texto bíblico ha sido cambiado: ¿por qué entonces seguimos encontrando esos errores que el no creyente señala? ¿Por qué no fueron suprimidos por las mismas personas que cambiaron los textos que suponían un problema para la iglesia de la época? La solución a este problema no es decir que no se sabe o que se les pasó, puesto que, si no se les pasó otros, en más de cientos de años; no hay forma que estos pasen desapercibidos. A menos que el no creyente guste en sugerir que la iglesia no leía la biblia y eran otros los que encontraban los problemas en la misma, y en esa medida era que se cambiaban. Esto no solo es imposible de probar, sino que es afirmar algo gratuitamente.

Las 2 acusaciones por parte de los no creyentes nos proveen de un argumento con el cual podemos demostrar, de entrada, que la biblia no ha sido cambiada. Podemos argumentar diciendo que:

  1. Si la Biblia ha sido cambiada entonces la Biblia no puede contener errores.
  2. La Biblia contiene errores.
  3. Por lo tanto, la Biblia no ha sido cambiada.

Para defender las premisas de este sencillo argumento solo basta repetir las mismas acusaciones de los antagonistas. Ellos dicen que la biblia ha sido cambiada, y para defender la premisa 1 solo tenemos que usar sus propios argumentos. Para defender la premisa 2 solo será suficiente señalar los mismos errores actuales que señalan los no creyentes. De esta manera, tenemos un argumento lógicamente valido con premisas verdaderas que nos lleva a concluir que es imposible que la Biblia haya sido cambiada dado los errores que son señalados. Si por alguna razón el no creyente sugiere que el argumento no es válido por la falsedad de alguna de sus premisas, entonces ya sabe por qué lo que afirma está bastante errado. Este argumento es válido en la misma medida en que el no creyente sostenga cada una de estas premisas.

Conclusión

No podemos afirmar de forma segura que la Biblia ha sido cambiada. A lo sumo, podemos tener alguna sospecha o duda justificada, la cual se puede responder mirando la historia del proceso de producción del texto. Lo que sí no podemos hacer es sostener esta duda como una postura sólida, pues no lo es. Los que creen que sí, también sostienen que el texto está lleno de errores. Bueno, ambas afirmaciones son contrarias, y si son unidas correctamente podemos formar un argumento para descartar de entrada que no hay cambios en el texto, basados en la imposibilidad de que existan errores tomando en cuenta “los cambios sufridos”.

 


Carlos Enrique Rodríguez Alcántara es de República Dominicana, bloguero, predicador, maestro, conferencista y apologista. Esposo de Carolina. Miembro de la Iglesia Roca de Salvación Central, en donde ha sido director de educación y sub-director de educación del concilio. Tiene un grado asociado en teología de ESFOTEBIC. Certificado en filosofía, filosofía y ciencias (con honores) y pensamiento crítico por la universidad de Edimburgo, además de filosofía, ciencia y religión por la misma universidad.

A while ago Jorge Gil received a message on one of his social networks from an atheist, it was a series of objections against theism. Of course, my friend Jorge does not have the time to respond to each of the messages or emails he receives, so he asked me to be the one to respond to the objections; and well, here I am. Since the text sent is extensive, I have decided to address his argument in four parts: three are objections to the general case in favor of theism and one is an atheological argument.

This is the first objection that Randy Riverol Arevalo, from Cuba, presents to us:

Hello, greetings from Cuba. I see that you are one of the few Spanish speakers who has a good command of the philosophy of religion. I wanted to explain my position and hear your thoughts on it.

I am an atheist, by this I mean that I believe that there are no arguments that indicate the existence of God. This is only valid if God is meant to be omniscient, omnipotent, omnibenevolent, and necessary. God’s properties are metaphysical (that is, they refer to the ontology and basis of reality), for these properties to be justified, they require metaphysical evidence, since, of the three categories: conceptual, empirical, and metaphysical, [these] require evidence of their respective category, and, therefore, you cannot prove a metaphysical property with empirical evidence. For example, philosophical naturalism is the claim that only the natural exists, even with all or much knowledge of the natural world we are not justified in concluding that everything that exists is natural, since there could be something that we do not know or have not discovered. To prove philosophical naturalism, you would need metaphysical evidence, which we do not currently have a methodology to obtain. Therefore, if you try to justify a metaphysical property with empirical evidence, it is not justified, and if you try to justify it with the fact that induction is not perfect and that it always has this margin of error, [well] that is my point, you are trying to obtain a “metaphysical” deductive conclusion using “empirical” induction, committing a category error.

Ok. Let’s go step by step:

  • The properties of God are metaphysical (that is, they refer to the ontology and basis of reality).

If by (a) you mean that properties tell us something about the essence of the object being predicated, then I see no problem.

  • …for these properties to be justified requires metaphysical evidence, since, of the three categories: conceptual, empirical and metaphysical, [these] require evidence from their respective category, and therefore, you cannot prove a metaphysical property with empirical evidence.

Talking about the nature of properties is one of the broadest topics in metaphysics, so much so that I find your classification insufficient and problematic. [1] For example, what do you mean by empirical properties? You offer no definition, not a single example. If I were to take your classification literally, an empirical property would be one that is subject to sensory experience, but how is this even possible? For example, from the statement Peter is good you seem to mean that since Peter is an object of our senses, so is the property of being good. Is this what you mean by an empirical property? This seems to me to make no sense at all; not even a Platonist would claim that the property of being good is some kind of empirical object.

Since you don’t set out any clear concepts for your classifications of properties, I find it very difficult to understand why an empirical property requires empirical evidence. What kind of empirical evidence do you have to justify Peter’s property of being good? Why believe that the property of being good is empirical in Peter, but metaphysical in, say, the angel Gabriel? It’s like saying that the property of being good has the property of being empirical in a physical object, but has the property of being metaphysical in a metaphysical object. This certainly seems to me to be a rather complicated, if not absurd, ontology of properties. I think it’s a language for talking about properties that no philosopher holds.

So, for the sake of argument, let’s say that I accept your classification of properties. So, in what sense should I take your statements about properties? It seems to me that conventional language without metaphysical baggage is the best option. Instead of asking: What empirical evidence do you have to justify the empirical property of being good in Peter? I would ask: How do you prove that Peter is good? In response to this question, one could simply tell you to observe Peter’s actions to know that he is good; testimonies from people who know Peter would also help. In this way, I would understand that this methodology cannot be applied in the case of immaterial beings like God because he cannot be observed as in the case of Peter, but it does not follow from that that it is therefore impossible to know the properties of God, the only thing that follows is that at least another type of methodology is required to know the properties of God.

  • To prove philosophical naturalism, you would need metaphysical evidence, which we currently have no methodology to obtain.

But Randy, why would you require metaphysical evidence to prove naturalism? If the claim of naturalism is that only the natural exists and under your own criteria of justification of properties, doesn’t this imply that you require physical evidence to prove naturalism and metaphysical evidence to prove supernaturalism? Now I don’t understand you.

  • …if you try to justify [a metaphysical property] with the fact that induction is not perfect and that it always has that margin of error, [well] that is my point, you are trying to obtain a “metaphysical” deductive conclusion using “empirical” induction, committing a category error.

The problem is that you never bother to define an empirical property. Furthermore, if we apply your criterion of justification that only the metaphysical can prove the metaphysical and only the empirical can prove the empirical, then how do you claim that metaphysical properties, which are non-physical entities, refer to the ontology of reality, which in your worldview is physical? In the end, your own criterion of justification makes your classification of properties impossible.

To summarize, there are two problems with your objection:

  1. An insufficient and problematic classification of properties.
  2. A criterion of justification for properties that conflicts with the very definition of metaphysical properties.

Note:

[1] https://plato.stanford.edu/entries/properties/#KinPro

 


Jairo Izquierdo is a member of the Social Media team and an author for the Christian organization Cross Examined . He studies philosophy and theology, with his current focus being classical logic, epistemology, Christian doctrines, and philosophy of language. He is co-founder of Filósofo Cristiano . He is a member of the Christian Apologetics Alliance and a worship director at the Christian Baptist church Cristo es la Respuesta in Puebla, Mexico.

By Chris Du-Pond

I am a Christian apologist. I am an engineer by profession.

My nature values ​​reason, logic, truth and objectivity. However, those of us who are inclined to apologetics are susceptible to falling into errors that can cost us dearly. I am going to be very honest and, to some extent, open my heart a little to prevent you from falling into the same errors.

Therefore, in this section, I want to present 7 common mistakes that we apologists make in the area of ​​spiritual formation:

Mistake #1. Confusing apologetics study with devotional time

When I was studying for my master’s degree in apologetics at Biola University, I took a class called “Spiritual Formation.” The book we used for the class is “The Quest for Godliness” by J.I. Packer. This book speaks of the closeness and passion of being connected to the Creator on a spiritual level. A book that impacted me deeply and confronted me with my intellectuality in need of spirituality. Studying Leibniz’s cosmological argument, the ontological argument, or the fine-tuning of the universe is NOT a substitute for spending time in prayer and contemplation with God. It is as if I invited my wife to dinner and during dinner, instead of spending time with her, looking into her eyes, listening to her voice…instead, I started interviewing her for a job. Studying God is not the same as loving Him. Studying apologetics or theology does not make you more spiritual or wiser. Don’t neglect your intimate time with God.

Mistake #2. Minimizing Personal Experience and Miracles

There is a tendency for many apologists to emphasize the objective and forget the subjective, especially among young apologists who are just starting out on this path. It is true that in apologetics the purpose is to SHOW that Christianity is true, but we forget that external evidence is not the only way God manifests Himself. A personal experience can encourage other believers. God continues to perform miracles and we must remain open to them without turning them into idols. Otherwise, we can close ourselves off to a rich spiritual life. I am not suggesting that we become mystics, but that we be open to God at all times and in all the ways He manifests Himself. Otherwise, we can miss out on rich blessings.

Mistake #3. Arguing to win the argument

The apologist who says he has never been guilty of this is lying. We are fallen beings with inflated egos, and too much knowledge can inflate your ego even more. The result is bragging and presumption. I am not saying that there should never be a place for debate against opponents of Christianity in a public forum. In such a setting the audience is the most important thing. But we must be very wise in how we contend for the faith and with whom we contend. But the most important thing is, with what intention are we contending: is it for the glory of God or for our own glory?

Error #4. The Discouragement of Loneliness

The typical apologist tends to be a loner and often misunderstood. Knowing the truth can give you a sense of urgency that most believers don’t share. Many don’t understand what apologetics is for, and most don’t even know what it is. This can be depressing. The feeling is like being in a castle under siege, and half of your soldiers won’t listen to you and the other half don’t care that barbarians have arrived at the gate and are about to tear it down. The best strategy is to find a few soldiers who do care and then spread the word and educate the rest. You’ll soon have a small team of “special forces” to team up with.

If you had told me five years ago that interest in apologetics would explode in Latin America as it has done so far, I don’t think I would have believed it. There is much to do, but there is also much to be encouraged about.

Mistake #5. Reading about apologetics instead of DOING apologetics

When I first began to study apologetics seriously, I found myself spending a lot of time watching debates, reading books, listening to podcasts, talking about apologetics with my apologist friends. At social gatherings I only wanted to talk about apologetics. The only thing I did NOT do was use apologetics as a tool for evangelism.

Apologetics is not an end in itself, but a tool. It is the heavy artillery in the battle of the gospel. The war tank to demolish arguments that rise up against the knowledge of Christ. Let us not lose our compass: if you are going to learn apologetics, it is not to inflate your ego, it is to remove obstacles so that people can see the cross of Christ clearly. If you have the gift of learning, use the knowledge to lead others to Christ or at least to bring them closer to the cross. Not to boast about how much you know. And the more you know, the more will be demanded of you.

How many people have you shared the gospel with this week? This month? This year?

Mistake #6. Not looking for a Mentor

It is very important to have a mentor to guide you, not so much in apologetics but in a spiritual way. Some questions that we should let a mentor ask us are:

  • Are you spending time in DELIGHT with God? It is not only important to spend time with God. It is more important to delight in Him than to fulfill a duty.
  • Are you living a holy life, separate from sin?
  • When you study the Bible, are you seeking HIS glory and not your own?
  • Are you asking others to pray for your needs?
  • Are you using your Spiritual Gifts wisely?

Having a mentor who is wiser than yourself is essential to cultivating a fruitful Christian life. But you must be willing to give him or her the authority to ask you honest and difficult questions. Looking back, whatever little or much I have accomplished in the area of ​​apologetics has been because of other people who have pushed, encouraged, and guided me. We all need help. Let us be humble in seeking it.

Mistake #7. Wanting to be an apologist like William Lane Craig, Ravi Zacharias… (or name your favorite apologist or theologian).

When you start out in apologetics, you can be dazzled by the brilliance of certain apologists. It’s okay to admire certain people and learn from them. But even the most brilliant apologists are fallen beings in need of grace . The only one worthy of imitation is Jesus. Let’s not make apologists our idols of the moment. I’ve been in apologetics circles for many years and a few years ago I became very disillusioned with some of them (when I got to know them better) of whom I had formed an idealized image. Don’t try to imitate them. It’s not worth it. One of my teachers, Sean McDowell, son of the well-known apologist, Josh McDowell, struggled for years with this. A woman once told him after one of his talks, “You did well, but I like your dad better.” One day he realized and said to himself, “I’m not my dad, and I’ll never be like my dad. I am going to dedicate myself to being what God wants me to be… not a reproduction of someone else.”

God wants you, above all, to be obedient and to use your gifts wisely. Be faithful with whatever God has given you, whether it be a little or a lot, and He will bless you and give you more if He believes it is so. Don’t try to imitate others. Be better every day and imitate Jesus.

Final Note

Ultimately, everything we do must be motivated by love: love for God and love for people. That requires that every time we do apologetics, we clothe ourselves in love and kindness. I like Dallas Willard’s words on this subject:

“Like Jesus, we must seek to reach out to others in love in a spirit of humility without coercion. The only way to do this is to present our defense with gentleness, as help given in love in Jesus’ way. But that’s not all. That means our communication must be gentle, because gentleness is also characteristic of the subject of our communication. What we seek to defend or explain is Jesus himself, who is the gentle and kind shepherd. If we are not gentle in the way we communicate the good news, how will people be able to find the gentle and loving Messiah we want to show them?”

 


Chris Du-Pond is a Computer Systems Engineer from the Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, specializing in relational databases. Chris graduated with honors from Biola University with a Masters in Christian Apologetics and studied under apologists such as William Lane Craig, Gary Habermas, Sean McDowell, Clay Jones, and JP Moreland among others. He is a member of the Evangelical Philosophical Society, the Evangelical Theological Society, and the Christian Apologetics Alliance. He currently attends Champion Forest Baptist Church in Houston, TX, with his wife Katya and two daughters, Juliette and Giselle, where he teaches an advanced theology class.

Alvin Plantinga desarrolló un argumento en contra del materialismo que puedes encontrar aquí. Pero si quieres una versión algo más fácil de digerir, puedes leer la versión de Craig aquí (solo inglés). Recomiendo leer ambos recursos para un mayor entendimiento del argumento en general de que la existencia de los estados intencionales (o la consciencia) son evidencia de que Dios existe.  Para los propósitos de este artículo, simplemente citaré la exposición de Craig sobre este argumento en el debate de Rosenberg:

Dios es la mejor explicación de los estados intencionales de conciencia en el mundo. Los filósofos están desconcertados por los estados de intencionalidad. La intencionalidad es la propiedad de ser sobre algo. Significa la atención hacia el objeto de nuestros pensamientos.

Por ejemplo, puedo pensar sobre mis vacaciones de verano o acerca de mi esposa. Ningún objeto físico tiene este tipo de intencionalidad. Una silla o una piedra o una bola de tejido muscular como el cerebro no atienden hacia alguna cosa. Solo los estados mentales o los estados de conciencia atienden a otras cosas. Como materialista, el Dr. Rosenberg reconoce eso y concluye que en el ateísmo realmente no hay estados intencionales.

El Dr. Rosenberg afirma audazmente que nunca pensamos realmente en nada. Pero esto parece increíble. Obviamente estoy pensando en el argumento del Dr. Rosenberg. Esto me parece una reducción al absurdo del ateísmo. Por el contrario, en el teísmo, porque Dios es una mente, no es sorprendente que haya mentes finitas. Así, los estados intencionales se ajustan cómodamente a una cosmovisión teísta.

Entonces podemos argumentar:

  1. Si Dios no existiera, los estados intencionales de conciencia no existirían.

  2. ¡Pero existen estados intencionales de consciencia!

  3. Por lo tanto, Dios existe.

Ahora, muchos detractores del argumento señalarán que se comete (entre otras) una falacia de petición de principio, ya que simplemente el argumento presupone la existencia de Dios. Pero como el Dr. Craig señala, ¡el Dr. Rosenberg cree que la premisa (1) del argumento es verdadera! Así que no parece una afirmación exclusiva del teísta que, en un mundo natural (sin ninguna clase de ser espiritual como Dios o los ángeles) los estados de consciencia no existen. Pero ¿existe algún otro no teísta aparte de Rosenberg que crea que la premisa (1) es verdad? Al parecer sí, y no de un parte de un filósofo, sino de un científico, me refiero al autor del canal de YouTube The Action Lab.

Dejaré el video aquí mismo para que veas las conclusiones a las que llega el autor sobre la consciencia basándose en los experimentos de Libet (que suelen citar los naturalistas para demostrar que el libre albedrío y la consciencia inmaterial no existen, nada más lejos de la realidad[i]). Pero si no quieres ver todo el video ni los divertidos experimentos que realiza o tu inglés no es lo suficientemente bueno para entenderlo, no te preocupes, puedes saltarte el video e ir directamente a la traducción que he realizado para este artículo.

Esto es lo que The Action Lab explica a partir del minuto 6:51 sobre los experimentos realizados:

Así que puede que no hayas pensado mucho en ello, pero ¿qué sucede realmente cuando haces esto (cierra y abre la palma de la mano)?, ¿cómo decidí mover mi brazo? Bien, cuando decides mover el brazo, parece un pensamiento consciente, piensas en moverlo y se mueve. Así que ahora mismo estoy decidiendo mover mi brazo, pero ¿mi cerebro consciente decidió moverlo o hay algo más?

Así que se han realizado múltiples estudios sobre esto y lo extraño es que en realidad hay algo que se llama potencial de preparación (muestra una gráfica sobre cómo el voltaje se eleva antes del tiempo consciente al 0s.) que sucede en tu cerebro antes del pensamiento consciente y el movimiento de tu brazo. Así que, lo que quiero decir, es que tienes el pensamiento consciente para mover tu brazo, pero lo que sucede antes es que hay un potencial que se eleva en tu cerebro, así que hay algo que sucede en tu cerebro incluso antes de tener la idea de mover el brazo.

Ahora, como algunos han leído este dato, significa que nuestro subconsciente realmente está tomando todas las decisiones, por lo que nuestro subconsciente realmente decide mover el dedo y luego después de decidir el potencial de preparación aumenta hasta que se produce la sinapsis que provoca la reacción en cadena que realmente mueve el dedo. Por lo que esto debería ser un poco molesto para ti, porque significa que nuestra consciencia no está realmente tomando la decisión de hacer algo, sino que en realidad es nuestro subconsciente el que toma la decisión y luego lo inserta en nuestra consciencia como si fuera nuestro propio pensamiento consciente haciéndolo.

Pero en 2016, los científicos en Berlín realizaron un experimento para probar si es la consciencia o la subconsciencia la que toma estas decisiones. De modo que, lo que hicieron estos científicos, es que utilizaron una computadora para medir estos potenciales de preparación en el cerebro y trataron de ver si este programa en la computadora podía predecir en tiempo real los pensamientos o los movimientos conscientes de alguien, por lo que esperaban medir el potencial de preparación en el cerebro antes de que la persona realmente tuviera el pensamiento consciente de mover alguna extremidad y pudiera predecir que se moviera algo. Pero la parte interesante, es que los sujetos en el experimento realmente aprendieron cómo engañar a la computadora, de modo que lo que sucedería en su cerebro es que el potencial de preparación se elevaría, pero el movimiento no se produciría porque la persona conscientemente había pensado que no haría el movimiento, por lo que parece contradecir la opinión de que la consciencia es un subproducto de la subconsciencia, porque ¿cómo conscientemente decides cancelar un movimiento que realiza tu subconsciente que en realidad está controlando tu consciencia? Parece que la consciencia es en realidad la que tiene el control, no la subconsciencia.

Pero esto se vuelve aún más raro. Por ejemplo, un científico llamado Benjamín Libet se dispuso a responder la misma pregunta de si es la consciencia o la subconsciencia la que está involucrada en la toma de decisiones y en la elección de lo que hacemos en nuestra vida diaria. Así que lo que hizo Libet fue que se sometió a pacientes a una cirugía cerebral, de modo que su cerebro estaba abierto y colocó electrodos en su corteza somatosensorial, de modo que pudo medir el impulso creado al tocar la mano de una persona. Así que él tocaba su mano y podía medirlo en su cerebro.  De modo que, lo que midió, fue que cuando tocaba su dedo había un retraso de aproximadamente 30 milisegundos de la señal que se movía hacia su cerebro y luego después de esos 30 milisegundos tenían el pensamiento consciente de que alguien había tocado su dedo, y, luego de que esos 30 milisegundos y del pensamiento consciente aumentaran, tenían alrededor de 500 milisegundos de actividad de picos de voltaje en su cerebro en esa área de la corteza somatosensorial donde eso corresponde a su dedo.

Toque de la mano 30ms Picos de voltaje 500ms
        La consciencia nota el toque   Picos de voltaje

Después, lo que hizo fue que, en lugar de tocar realmente su dedo, simplemente tocaba la parte de su cerebro que correspondía con alguien tocando su dedo y, en ese caso, el paciente tenía alrededor de 500 milisegundos de actividad en su cerebro y sentían que alguien les tocaba el dedo.

Toque del cerebro 500ms La consciencia nota el toque
    Picos de voltaje    

Luego lo que hizo fue estimular el tálamo en el cerebro del paciente y que daba lugar a un pico de voltaje inicial después de 30 milisegundos, pero no a los picos potenciales de voltaje 500 milisegundos en el cerebro, por lo que el experimento demostró que, para tener la idea consciente de que alguien tocaba su dedo, tenía que tener esos 500 milisegundos de la actividad cerebral en curso en la corteza somatosensorial.

Toque del tálamo 30ms Picos de voltaje No más actividad
        La consciencia NO nota el toque    

Pero la parte extraña de esto es como el paciente inicialmente siente y tiene el pensamiento consciente de que alguien tocó su dedo después de solo 30 milisegundos si se requieren 500 milisegundos de potencial en su cerebro para que tenga ese pensamiento. Lo que Libet propone es que los 500 milisegundos que suceden después en realidad se remiten antes en el tiempo, por lo que el paciente realmente es consciente de que eso sucederá después, porque si eso no sucediera después, no debería haber tenido el pensamiento consciente de que sucedió.

Ahora esto suena un poco loco, si Libet tiene razón, lo que significa es que nuestra consciencia está realmente a cargo y tenemos libre albedrío en nuestra consciencia, pero la información en realidad se remite hacia atrás en el tiempo para que nuestra subconsciencia obtenga el potencial de preparación listo antes de que realmente tengamos el pensamiento consciente de hacer algo.

Por supuesto, en la escala macro esto simplemente suena una locura, porque eso significaría que… digamos que tienes un balón de fútbol allí, luego el balón de fútbol comienza a moverse repentinamente y luego mueves tu pie para patearlo, y dices que la razón por la que el balón de fútbol comenzó a moverse fue porque lo pateaste más tarde en el tiempo, lo que no tiene ningún sentido, ya que la causa siempre tiene que venir antes que el efecto en la escala macro (aunque en la escala cuántica, a veces la causa puede ser posterior al efecto).

Así que no está claro si es nuestra consciencia o nuestra subconsciencia la que está liderando el camino y las decisiones que tomamos a diario. De hecho, la consciencia es uno de los aspectos menos entendidos en la ciencia, por ejemplo, ¿por qué una computadora, con todas las señales en movimiento y la información que ocurre en ella, no puede experimentar algo; pero para mí, cuando tengo todas estas sinapsis que están ocurriendo en mi cerebro, ¿puedo tener una experiencia?

Actualmente no hay nada en la ciencia que pueda explicar por qué tenemos sensaciones reales, los científicos pueden explicar el mecanismo que hay detrás, sabemos muy bien cómo ocurren las sinapsis y el mecanismo real del por qué están ocurriendo como si fuéramos una gran máquina en movimiento, pero no hay nada que pueda explicar la sensación real de ello. ¿Por qué experimentamos el color? Sabemos cómo se produce el color y qué es y qué lo causa, pero no sabemos por qué experimentamos el color. Y la consciencia es una de esas cosas de las que no estoy seguro de si alguna vez se resolverá en la ciencia. No estoy seguro de si alguna vez podremos explicar científicamente por qué tenemos sensaciones, por qué podemos sentir y experimentar cosas, mientras que algún otro objeto que tiene las mismas reacciones atómicas y movimientos mecánicos y un movimiento molecular no experimenta algo.

Ahora, la consciencia es tan difícil que ha sido apodada El problema de la consciencia en la ciencia. Esta es la razón por la que algunas personas pueden recurrir a la religión para explicar cosas como esta, por ejemplo, tal vez se deba a algo que no es físico, sino a algo espiritual que sucede dentro de ti y que realmente te hace tener consciencia. Ahora, hay muchas teorías religiosas, filosóficas y científicas, y tú eliges lo que decides creer de dónde viene la consciencia, porque la ciencia no ha resuelto esto aún.

Desconozco si The Action Lab se ha pronunciado alguna vez como ateo o agnóstico, pero es claro por todo lo que acabas de leer que no es algún tipo de teísta. Pero observen que él ofrece las mismas razones que el Dr. Craig y el Dr. Rosenberg sobre por qué parece imposible que los estados intencionales existan en un mundo puramente material. Y, lo más interesante, son las conclusiones distintas a las que llegan los no teístas: Rosenberg se aferra a su cosmovisión ateísta y decide creer que los estados intencionales no existen, ¡una postura bastante radical con tal de evitar la conclusión de que Dios existe! En cambio, The Action Lab termina sosteniendo una postura más débil y que a pocos ateos les agradará: los estados intencionales no pueden y probablemente nunca puedan ser explicados por la metodología científica. Por supuesto, él no admite que Dios sea la mejor explicación debido a su compromiso científico; pero tampoco cree que sea irrazonable postular causas sobrenaturales, al menos no en este terreno sobre la consciencia.

NOTAS

[i] Para una discusión teísta sobre estos experimentos: https://es.reasonablefaith.org/question-answer/P230/el-experimento-de-libet-y-el-determinismo

 


Jairo Izquierdo es miembro del equipo de Social Media y autor para la organización cristiana Cross Examined.  Estudia filosofía y teología, siendo su actual foco de estudio la lógica clásica, epistemología, doctrinas cristianas y filosofía del lenguaje.  Es cofundador de Filósofo Cristiano. Es miembro en la Christian Apologetics Alliance y director de alabanza en la iglesia cristiana bautista Cristo es la Respuesta en Puebla, México.

Pregunta

¿Cómo puede el argumento filosófico para el argumento cosmológico kalam probar el comienzo del universo cuando todo lo que muestra es que el tiempo tiene un comienzo, pero que la materia y la energía del espacio no tienen un comienzo? ¿No significa que el universo en su totalidad tuvo un comienzo?

Y también la segunda ley de la termodinámica. La energía utilizable tiene un comienzo no significa que el universo sí.

Y si este es el caso, entonces el kalam es una vez un argumento de la ignorancia antes de que sepamos sobre el Big Bang. ¿Hay algún caso en contra de estos?

Kittinant Manasurarangkul

Respuesta

Hola, Kittinant. Veamos de forma detallada los argumentos filosóficos del kalam:

Argumento basado en la imposibilidad de un infinito actual:

  1. Un infinito actual no puede existir.
  2. Una regresión temporal infinita de eventos es un infinito actual.
  3. Por lo tanto, una regresión temporal infinita de eventos no puede existir.

Argumento basado en la imposibilidad de la formación de un infinito actual por adición sucesiva:

  1. Una colección formada por adiciones sucesivas no puede ser actualmente infinita.
  2. La serie temporal de eventos pasados ​​es una colección formada por adiciones sucesivas.
  3. Por lo tanto, la serie temporal de eventos pasados ​​no puede ser actualmente infinita.

Con respecto a tu primera pregunta, observa que las premisas (1) de los argumentos se refieren a los infinitos actuales en general, cualquier colección de cosas que cuente como un infinito actual, incluyendo la materia, así que no solo se refiere al tiempo; por supuesto, la segunda premisa se específica en la imposibilidad de una regresión temporal infinita, ya que esta es la característica principal que entra en juego para determinar si el universo tuvo un comienzo o no. Así que, aunque los argumentos traten específicamente con el tiempo o series de eventos temporales, la premisa mayor incluye cualquier tipo de objetos, por ejemplo, el Hotel Infiito de Hilbert.

¿Qué hay de la segunda ley de la termodinámica? Dices que, aunque la energía utilizable tenga un comienzo no significa que el universo sí, pero Kittinant, ¡tú necesitas de un sistema físico para que haya energía! No se puede hablar de energía sin un sistema físico. También olvidas el hecho de que el universo es toda la realidad que conocemos, así que simplemente no puedes hablar de energía y de universo como si fueran cosas separadas.

Por último, el Kalam no es un argumento desde la ignorancia, ya que él mismo ofrece razones basadas en argumentos y sus premisas son apoyadas con evidencia. No es un argumento del tipo “dado que no se puede demostrar la imposibilidad de x, entonces x es el caso”.

 


Jairo Izquierdo es parte del equipo de Social Media y autor para la organización cristiana Cross Examined.  Estudia filosofía y teología, siendo su actual foco de estudio la lógica clásica, epistemología, doctrinas cristianas y lingüística.  Es cofundador de Filósofo Cristiano. Es miembro en la Christian Apologetics Alliance y ministro de alabanza en la iglesia cristiana bautista Cristo es la Respuesta en Puebla, México.

Mientras revisaba uno de los tantos correos que recibimos, en uno de ellos se planteaban dos objeciones en contra del argumento cosmológico Kalam, en específico al argumento ofrecido para Dios como la causa del comienzo del universo. Una versión del argumento cosmológico kalam se puede formular de la siguiente forma:

1. Todo lo que comienza a existir tiene una causa de su existencia.

2. El universo comenzó a existir.

2.1. Argumento basado en la imposibilidad de un infinito actual:

   2.1.1. Un infinito actual no puede existir.

   2.1.2. Una regresión temporal infinita de eventos es un infinito actual.

   2.1.3. Por lo tanto, una regresión temporal infinita de eventos no puede existir.

2.2. Argumento basado en la imposibilidad de la formación de un infinito actual por adición sucesiva:

    2.2.1. Una colección formada por adiciones sucesivas no puede ser actualmente infinita.

    2.2.2. La serie temporal de eventos pasados es una colección formada por adiciones sucesivas.

    2.2.3. Por lo tanto, la serie temporal de eventos pasados no puede ser actualmente infinita.

2.3. Confirmación basada en la expansión del universo.

2.4. Confirmación basada en las propiedades termodinámicas del universo.

3. Por lo tanto, el universo tiene una causa de su comienzo a la existencia.

4. Si el universo tiene una causa de su existencia, entonces existe un Creador personal incausado del universo que, sin la creación, es imprincipiado, inmutable, inmaterial, atemporal, inespacial, y enormemente poderoso.

4.1. Argumento de que la causa del universo es un Creador personal:

   4.1.1. El universo fue creado por un conjunto de condiciones necesarias y suficientes de funcionamiento mecánico o por un agente libre personal.

   4.1.2. El universo no pudo haber sido creado por un conjunto mecánico de condiciones necesarias y suficientes.

   4.1.3. Por lo tanto, el universo fue creado por un agente libre personal.

4.2. Argumento de que el Creador sin la creación es incausado, inprincipiado, inmutable, inmaterial, atemporal, inespacial y enormemente poderoso.

    4.2.1. El Creador es incausado.

       4.2.1.1. No puede existir una regresión temporal infinita de causas (2.1.3, 2.2.3).

    4.2.2. El Creador es imprincipiado.

       4.2.2.1. Cualquier cosa que no esté causada no comienza a existir. (1)

    4.2.3. El Creador es inmutable.

       4.2.3.1. No puede existir una regresión temporal infinita de cambios. (2.1.3, 2.2.3)

    4.2.4. El Creador es inmaterial.

          4.2.4.1. Lo que sea material implica un cambio en los niveles atómico y molecular, pero el Creador no cambia. (4.2.3)

    4.2.5. El Creador es atemporal.

          4.2.5.1. En ausencia total de cambio, el tiempo no existe, y el Creador no cambia. (4.2.3)

    4.2.6. El Creador es inespacial.

          4.2.6.1. Lo que sea inmaterial y atemporal no puede ser espacial, y el Creador es inmaterial y atemporal (4.2.4, 4.2.5)

    4.2.7. El Creador es enormemente poderoso.

          4.2.7.1. Él creó el universo de la nada. (3)

5. Por lo tanto, existe un Creador personal e incausado del universo, que sin la creación es imprincipiado, inmutable, inmaterial, atemporal, inespacial y enormemente poderoso.

Ahora veamos la siguiente objeción a la que he llamado Argumento de la Inmutabilidad Contra una Causa Personal (AICCP):

1.Si Dios es atemporal, entonces es inmutable.
2.Si Dios es inmutable, entonces Dios no puede actuar para traer el universo a la existencia.
3.Dios es un ser personal que sin la creación es atemporal (otorgado por el Kalam).
4.Dios es inmutable (de 1 y 3)
5.Por lo tanto, Dios no puede actuar para traer el universo a la existencia (de 2 y 4).

Como pueden ver, el argumento ataca las premisas (4.1.3), (4.2.3) y (4.2.5) de nuestra versión del Kalam al intentar demostrar que existe una incoherencia entre las propiedades de Dios de ser personal, inmutable y atemporal.

¿Qué tan sólido es el argumento? Pues no mucho. Primero, el detractor parece pensar que, dado que no hay tiempo sin el universo, Dios es inmutable, pero este no es el caso. Lo que al argumento realmente dice, es lo siguiente:

(a) En ausencia total de cambio, el tiempo no existe y el Creador no cambia. (4.2.5.1.)

(b) Por lo tanto, Dios es atemporal (4.2.5.)

Y

(c) No puede existir una regresión temporal infinita de cambios. (4.2.3.1)

(d) Por lo tanto, Dios es inmutable (4.2.3)

Observa que el argumento no dice que la inmutabilidad de Dios se infiere de su atemporalidad; sino que la inmutabilidad se infiere de la imposibilidad de una regresión infinita de cambios, y la atemporalidad se infiere de su inmutabilidad. ¿Pero qué queremos decir por “ausencia de todo cambio”? Simple, es no hacer algo diferente. Es claro que hay actividades que no requieren ni cambio ni tiempo, por ejemplo, tener conocimiento de algo (Dios puede conocer todas las verdades en ese estado inmutable sin tiempo). Y lo mismo podrías decir sobre nuestras intenciones: mientras estas no cambien, podemos sostenerlas atemporalmente. Por lo que podemos decir que (1) del AICCP es falsa.

Segundo, (2) es falsa también. La premisa parece afirmar que la inmutabilidad de Dios es equivalente a inmovilidad, lo cuál sería cierto si habláramos de una causa impersonal, pero hemos visto que podemos inferir que la causa es personal, por lo que tiene volición para simplemente decidir crear el universo desde la eternidad. Tal como William Lane Craig explica cuando utiliza el ejemplo de un hombre sentado desde la eternidad:

[…] mi experimento mental sirve para ilustrar un punto sobre el libre albedrío. Una persona puede existir inmutable y entonces libremente ejecuta una cierta intención porque el libre albedrío no requiere alguna condición antecedente determinante. La misma naturaleza del libre albedrío es la ausencia de determinantes causales. Así que una acción libre tiene la apariencia de un evento puramente espontáneo. El hombre puede simple y libremente desear levantarse. Por lo que puedes obtener un efecto atemporal de una causa inmutable, si esa causa es un agente libre. Ahora, en el caso de Dios, Dios existe inmutablemente sin el universo. La creación es un acto del libre albedrío que, cuando ocurre, trae el tiempo a la existencia junto con el universo. Por lo tanto, decir que “desde un tiempo finito un Creador dotado de libre albedrío podría haber querido traer el mundo a la existencia en ese momento” no implica que había tiempo previo a ese momento.[1]

Ahora, en este punto existe la objeción de que entonces el tiempo no comienza con el inicio del universo, sino en el momento en que Dios decide traer el universo a la existencia, lo cual es contradictorio que las implicaciones del inicio del universo del Big Bang. Ahora, incluso cuando el Dr. Craig no sostiene que Dios tenga que deliberar temporalmente, él ha respondido a objeciones similares haciendo distinción entre el tiempo físico y el tiempo metafísico:

El tiempo metafísico es independiente de los procesos físicos, por ejemplo, si Dios estuviera haciendo una cuenta regresiva, él podría decir: “3, 2, 1, ¡que se haga la luz!” Y en este caso tendríamos una secuencia de eventos mentales, tendríamos tiempo previo al comienzo del universo. Lo que iniciaría al comienzo del universo sería el tiempo físico, el tiempo que es objeto de estudio en el campo de la física.[2]

Así que, con todo esto, podemos decir que el AICCP no es un argumento sólido después de todo.

Ahora pasemos al siguiente argumento al que he llamado Argumento de la Atemporalidad Contra la Causación (AACC):

1.Causa y efecto requieren intervalos temporales respectivamente para que pueda darse dicha relación.
2.El estado en el que se encuentra Dios no existen los intervalos temporales (otorgado por el kalam).
3.Por lo tanto, en el estado en el que se encuentra Dios no puede darse la causa ni el efecto.

Cuando uno analiza este argumento, notará que en esencia es similar al primero, solo se omite la inmutabilidad, pero el factor de atemporalidad sigue ahí, en específico, que se requiere de intervalos de tiempo para que exista una causa y efecto del tipo Dios tomando la decisión de crear el universo y luego otro momento en el que el universo llega a existir. Para esto William Lane Craig ha respondido en otra ocasión que:

[…]me parece que esta suposición es falsa. Porque en virtud de su omnisciencia, las elecciones de Dios no son eventos, ya que Él no delibera temporalmente ni Su voluntad se mueve de un estado de indecisión a uno de decisión. Simplemente tiene determinaciones libres de la voluntad para ejecutar ciertas acciones, y cualquier deliberación solo puede decirse que es explicativa, no temporalmente, antes de sus decretos.[3]

Regresemos ahora al asunto de que la causa debe preceder al efecto. Aunque el Dr. Craig ya abordando antes de que no existe ninguna razón para aceptar esa condición y de que es posible tener causa y efecto simultáneamente[4], también existe la posibilidad de que, de hecho, toda causa y efecto es en última instancia, simultaneo:

No veo ninguna incoherencia conceptual al pensar que una causa y su efecto pueden ser simultáneos. De hecho, los filósofos a menudo hablarán sobre cómo se percibe la dirección de la influencia causal entre A y B cuando A y B son simultáneos. A y B pueden ser al mismo tiempo, pueden ser simultáneos, pero ¿de qué manera trazas la línea de influencia causal? ¿Es A lo que está causando B, o B lo que está causando A? Los filósofos discutirán sobre eso. Así que no veo ninguna incoherencia en la noción de causación simultánea. De hecho, algunos metafísicos han argumentado que todas las causas son en última instancia simultáneas porque hasta que la causa realmente incida en algún otro objeto para producir un efecto, no hay forma de que la influencia causal pueda saltar a través del tiempo, desde t2 hasta t1, para producir el efecto en t1. Esa causa debe durar hasta el momento t1 y luego producir su efecto en ese momento. Pero no hay forma de que una influencia causal pueda viajar a través del tiempo y saltar de t2 a t1 para producir el evento. Así que muchos filósofos dirán que toda causación es, en última instancia, simultánea.

Creo que es un argumento muy persuasivo. No puedo ver cómo puedes tener influencia causal saltando en el tiempo. Me parece que el efecto no se producirá hasta que la causa realmente incida sobre la cosa para producir su efecto; por ejemplo, el taco debe golpear la bola de billar para ponerla en movimiento. Y hasta que no lo haga, no hay forma de que la influencia causal del movimiento del taco vaya a saltar en el tiempo para hacer que la bola se mueva.[5]

Conclusión

Hemos visto que el AICCP falla debido a un mal entendimiento del significado de inmutabilidad y de como se infiere la inmutabilidad. Por otro lado, aunque el AACC es un argumento mejor, no es del todo sólido; ya que no existen buenas razones para rechazar la simultaneidad de la causa y el efecto.

Notas

[1] William Lane Craig, “God and Time” en William Lane Craig: A Reasonable Response.

[2] An Explanation of Physical Time and Metaphysical Time.

[3] William Lane Craig, “Timelessness and Creation”.

[4] William Lane Craig, “Causation and Spacetime”.

[5] Misunderstandings About God and the Big Bang.

 


Jairo Izquierdo es parte del equipo de Social Media y autor para la organización cristiana Cross Examined.  Estudia filosofía y teología, siendo su actual foco de estudio la lógica clásica, epistemología, doctrinas cristianas y lingüística.  Es cofundador de Filósofo Cristiano. Es miembro en la Christian Apologetics Alliance y ministro de alabanza en la iglesia cristiana bautista Cristo es la Respuesta en Puebla, México.

Por Kate Shellnutt

El magistral teólogo deja tras sí casi 130 títulos y un impacto mundial.

Solo dos meses después de haberse retirado del ministerio público, el teólogo evangélico Norman Geisler falleció el lunes a la edad de 86 años. Había sido hospitalizado durante el fin de semana después de sufrir un accidente cerebrovascular.

Descrito como “una mezcla entre Tomás de Aquino y Billy Graham”, Geisler fue un escritor prolífico, apologista y profesor, además de ser el cofundador y expresidente del Seminario Evangélico del Sur (SES, por sus siglas en inglés) en Carolina del Norte y el cofundador de la Universidad Internacional Veritas en California.

Muchos líderes evangélicos consideran a Geisler uno de los pensadores cristianos más importantes de las últimas décadas, entre ellos el pastor Derwin Gray, quien lo consideraba “uno de los más grandes filósofos, apologistas y teólogos cristianos” y el presidente de Colson Center, John Stonestreet, quien lo recuerda como “una figura sobresaliente de la apologética y la filosofía cristiana”.

Geisler fue respetado debido a la amplitud y la profundidad de su carrera de más de 70 años y por su modelo de defensa de la fe y de la Biblia por medio de la apologética clásica.

“Cuando Geisler comenzó, había pocos filósofos que abrazaran la fe cristiana. Pero resultaba aún más raro encontrar a un filósofo capacitado que estuviera comprometido a ayudar a los creyentes comunes en la defensa del evangelio”, dijo Gregory E. Ganssle, profesor de filosofía de la Escuela de Teología Talbot de la Universidad de Biola. “Geisler preparó el camino para la apologética sofisticada que hoy disfrutamos”, al combinar el rigor académico con el deseo de capacitar a la iglesia y de escribir libros que “pudieran ser leídos y utilizados por los creyentes de todas las condiciones sociales”.

El presidente actual de la SES, Richard Land, lo describió como una voz potente y refrescante que inspiraba a los eruditos conservadores, a los ministros y a los colegas apologistas.

“Para nosotros, la más reciente defensa de la fe realizada por el Dr. Geisler fue como un largo trago de agua fría en medio de lo que a menudo era un paisaje teológico árido y estéril”, escribió Land. “El Dr. Geisler ha sido la autoridad a quien acudir para más de dos generaciones de estudiantes del seminario evangélico que buscaban una defensa firme, inteligente e implacable de la inerrante e infalible Palabra de Dios y de las doctrinas históricas de la fe cristiana”.

Él formó parte del equipo de teólogos que escribió la Declaración de Chicago sobre la Inerrancia Bíblica en 1978 y fue el coautor del popular libro I Don’t Have Enough Faith to Be an Atheist” (No tengo suficiente fe para ser ateo) en el 2004.

“Norman Geisler fue una de las cuatro o cinco personas de mayor influencia en mi vida. Fue conocer a Norm y leer sus obras lo que despertó mi interés en la filosofía y el resto es historia”, dijo el profesor de filosofía del Seminario Talbot, J. P. Moreland a CT. “Él fue un trabajador incansable para el Reino y un hermano que fue fiel hasta el final. Hemos perdido a un gigante y el mundo estará peor por su partida”.

Además de su erudición y enseñanza, Geisler participó en debates teológicos con colegas eruditos, entre ellos un debate en el 2011 con Michael Licona con respecto a la resurrección corporal de los santos, que fue cubierto por Christianity Today.

Él es el autor, coautor o editor de 127 títulos, entre ellos un libro sobre el transhumanismo, previsto para el año que viene. Su libro “The Baker Encyclopedia of Christian Apologetics” (La Enciclopedia Baker de Apologética Cristiana) fue nombrado por CT en el 2002 como uno de los libros sobre religión más importante, de entre los teólogos aún vivos.

Las obras de Geisler han sido traducidas a más de una docena de idiomas, y se han rendido homenajes en Internet por todo el mundo, desde Kenia hasta Brasil. El teólogo brasileño Roney Cozzer escribió: “A menudo, digo que Geisler fue una fuente de la cual bebí muchísimo” y alabo a Dios por su legado.

El erudito, quien nació en Michigan, recibió títulos del Wheaton College, William Tyndale College y del Loyola University.

William C. Roach, presidente de la Sociedad Internacional de Apologética (el cual Geisler fundó en 2007), fue apadrinado por Geisler y compartió lo siguiente en un homenaje:

Los dos crecimos en hogares no cristianos, nuestras madres no nos permitían jugar al fútbol cuando éramos niños, ambos tuvimos padres alcohólicos, nos esforzábamos significativamente en la escuela, y lo más importante: después de nuestra conversión a Cristo, ambos tuvimos que enfrentarnos a las objeciones en cuanto a la fe cristiana.

El Dr. Geisler solía decir que se introdujo en el mundo de la apologética porque se quedó perplejo al encontrar a un borracho en las calles de Detroit que decía ser un egresado del “Moody Instita Bibiltute”. Entonces, el Dr. Geisler comprendió que tenía que encontrar respuestas a las objeciones de la gente o bien, debía dejar de compartir su fe. Puesto que lo segundo no era una opción, el Dr. Geisler dedicó su vida a defender la fe cristiana histórica.

Luego de la noticia de su fallecimiento, su ministerio publicó 1 Tesalonicenses 4:13-14, uno de sus pasajes favoritos que solía citar cuando se enteraba de la muerte de alguien del cuerpo de Cristo: “Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en Jesús”.

 


Publicado originalmente en Christianity Today: http://bit.ly/2Z0Oxnl

Traducido por Natalia Armando

Editado por María Andreina Cerrada

En el artículo anterior vimos sobre las reglas de inferencia para proposiciones cuantificadas. Hoy veremos algunos ejemplos en lenguaje formal.

Instanciación Universal (UI)

Argumento:

  • Todos los calicós son felinos.
  • Luna es un calicó.
  • Por lo tanto, Luna es un felino.

Prueba:

Dado que Luna es un individuo específicamente elegido, podemos utilizar la letra l para representarla en nuestra prueba:

PASO PREMISA CONCLUSIÓN RAZONAMIENTO
1. ∀x (Cx → Fx) Premisa i
2. Cl / ∴Fl Premisa ii/Conclusión
3. Cl → Fl 1, UI
4. Fl 2, 3, MP

Generalización Universal (UG)

Argumento:

Todos los objetos existen o no existen.

Prueba:

PASO PREMISA RAZONAMIENTO
1. (∀x) (Ox v ¬Ox) Premisa
2. Oa Supuesto
3. Oa → Oa 2, CP
4. ¬Oa v Oa 3, Impl
5. Oa v ¬Oa 4, Conm
6. (∀x) (Ox v ¬Ox) 5, UG

Instanciación Universal (UI) y Generalización Universal (UG)

Argumento:

  • Todos los bulldogs son caninos.
  • Todos los caninos son animales.
  • Por lo tanto, todos los bulldogs son animales”.

Prueba:

Aquí no tenemos ningún individuo específico, solo arbitrarios. Usemos la letra a para representar a nuestros individuos arbitrariamente elegidos:

PASO PREMISA CONCLUSIÓN RAZONAMIENTO
1. ∀x (Bx → Cx) Premisa i
2. ∀x (Cx → Ax) /∴ ∀x (Bx → Ax) Premisas ii/Conclusión
3. Ba → Ca 1, UI
4. Ca → Aa 2, UI
5. Ba → Aa 3, 4 HS
6. ∀x (Bx → Ax) 5, UG

Instanciación Existencial (EI), Instanciación Universal (UI) y Generalización Existencial (EG)

Argumento:

  • Todos los perros son carnívoros.
  • Algunos perros son animales.
  • Por lo tanto, algunos animales son carnívoros.

Prueba:

PASO PREMISA CONCLUSIÓN RAZONAMIENTO
1 ∀x (Px → Cx) Premisa i
2 ∃x (Px ^ Ax) / ∴ ∃x (Ax ^ Cx) Premisa ii/Conclusión
3 Pb ^ Ab 2, EI (b es un nombre temporal)
4 Pb → Cb 1, UI (b es introducido previamente)
5 Pb 4, Simp
6 Cb 4, 5, MP
7 Ab ^ Pb 3, Conm
8 Ab 7, Simp
9 Ab ^ Cb 9, 6, Conj
10 ∃x (Ax ^ Cx) 9, EG

Recuerda siempre simbolizar primero las premisas existencialmente cuantificadas, no importa el orden de las premisas, esto es para evitar usar  algún nombre específico que ha aparecido antes y podríamos cometer el error de aplicar EI a ese individuo.

PALABRAS FINALES

Con este artículo doy por terminado la serie de conceptos básicos de lógica clásica para apologistas cristianos que deseen construir sus propios argumentos con cierta noción que les ayudará a evitar algunas falacias, así como a identificar las estructuras de argumentos y demostrar si son válidos. Por supuesto, esto es solo la superficie en cuánto a la lógica clásica se refiere y no hay necesidad de que el apologista se quede solo con este conocimiento introductorio, siempre puede profundizar más en esta disciplina.

 


Jairo Izquierdo es parte del equipo de Social Media y autor para la organización cristiana Cross Examined.  Estudia filosofía y teología, siendo su actual foco de estudio la lógica clásica, epistemología, doctrinas cristianas y lingüística.  Es cofundador de Filósofo Cristiano. Es miembro en la Christian Apologetics Alliance y ministro de alabanza en la iglesia cristiana bautista Cristo es la Respuesta en Puebla, México.