¿Se está desvaneciendo Dios?

Por Mia Langford

Los “omnis” de la teología  –omnipresencia, omnisciencia, omnipotencia, etc.–  están siendo atacados  con mayor frecuencia, y no solo desde los  conocidos campos teológicamente más liberales del cristianismo. Ejemplos abundan –incluso dentro de las  comunidades evangélicas–de estos ataques contra varios atributos de Dios, los cuales parecen haber sido  “derribados” por el fuego de los académicos, o son alterados por los laicos hasta el punto que la esencia de la palabra se pierde, y junto con ella, la fuerza que inspiraría en el individuo la adoración y el asombro.

¿Se está desvaneciendo Dios?

¿Qué origina el “desvanecimiento” de la forma tradicional de entender a Dios? Tal parece que  hubieran quitado  el clavo que mantenía todos estos atributos fijos en su lugar.

En el episodio de esta semana de ¿Por qué crees? el Dr. Richard Howe le da nombre a ese  clavo: el teísmo clásico.

Teísmo clásico

El teísmo clásico es una teología sobre Dios que denota Su simplicidad. La palabra clásico  debe ser entendida dentro de los límites y las categorías del pensamiento occidental que surgió con los antiguos griegos, le siguieron los padres de la iglesia cristiana y, posteriormente, los escolásticos medievales.

Dentro de este marco, Dios es  presente ininterrumpido o infinito, existencia  invariable,  no es un ser compuesto por partes metafísicas como  el resto de la creación (por ejemplo, los ángeles se componen de forma y existencia, los seres humanos  tienen una mezcla de forma, materia y existencia, etc.).

Todos los atributos de Dios, como los “omnis”, la inmutabilidad y otros, se derivan de este principio metafísico de simplicidad (la cualidad del atributo describe una característica de la naturaleza de Dios o de  Sus acciones, y ambas pueden conocerse a través de lo creado [revelación general] y por medio de Su Palabra [revelación especial]). Los atributos de Dios   no son independientes, sino que se encuentran en tal armonía que todos se involucran y colaboran en todo momento y tiempo, al eliminar o alterar un atributo, sencillamente los demás  se desploman.

Dicho de otra manera,  representar individualmente  los atributos de Dios  tiene que ver con el intento de nuestro entendimiento humano y finito de segmentar la magnitud y majestuosidad de Dios en trozos  que sean más fáciles de percibir, y cuando utilizamos incorrectamente la piedra angular de la simplicidad divina, o de cualquier otro atributo  esencial de Dios, toda la casa se tambalea y peligra.

¿Quién ha  quitado el clavo?

Entonces, si sobre la simplicidad  se fundamentan  diversos atributos de Dios, ¿por qué la simplicidad  ha  sido olvidada en estos tiempos modernos? El Dr. Howe atribuye esta omisión  principalmente a la falta de habilidad con la hermenéutica. Y demuestra en estas breves líneas que una visión insuficiente y errónea de la naturaleza y de los atributos de Dios  provocará la omisión de este preciado y firme principio  teológico, y terminará en la interpretación absurda e incorrecta del texto.  En el teísmo clásico se honra a Dios como único en su clase por cuanto es un ser necesario y simple, pero otros sistemas filosóficos son capaces de imponerle a Dios características humanas, finitas e  inexactas con mucha frecuencia.

Recursos recomendados en Español:

Robándole a Dios (tapa blanda), (Guía de estudio para el profesor) y (Guía de estudio del estudiante) por el Dr. Frank Turek

Por qué no tengo suficiente fe para ser un ateo (serie de DVD completa), (Manual de trabajo del profesor) y (Manual del estudiante) del Dr. Frank Turek  

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Blog Original: https://cutt.ly/sQJ8OJP

Traducido por Yatniel Vega García

Editado por Gustavo Camarillo